El 10 de octubre se realizó la Charla Anual abierta a la Comunidad: “La fuerza vital del deseo” actividad organizada por Aukin, Biblioteca del Cid Bariloche, perteneciente al IOM 2. Auspiciada por la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Villa La Angostura y con Declaración de interés Municipal N°10/2020.
Luego de darles
la Bienvenida a los participantes, Violeta Paolini, Responsable de la actividad
y de agradecer a la Comisión de Aukin, medios de difusión, a los que aportaron
sus trabajos, obras de arte, Contribuciones y colaboradores, hubo de un
video de presentación e introdujo el tema que nos convocó:
“Ante la
imposibilidad del encuentro presencial que sería la Charla abierta a la
comunidad, reinventamos la actividad este año, sirviéndonos de manera virtual,
esperamos transitoriamente, hasta tanto podamos reencontrarnos personalmente,
como nos gusta.
A partir del
deseo que nos causa, más allá de las contingencias. Sabemos que estamos
atravesados por un real, que es la pandemia, lo que no nos quita las ganas de
trabajar juntos.
Esta vez
proponemos conversar sobre las creaciones singulares y colectivas, con
profesionales, vecinos y gente de otros oficios, desde la clínica, las instituciones, el arte,
la educación, y los aportes de diferentes representantes de la comunidad.
Respuestas subjetivas, soluciones, impasses, no sin recursos, que abren a
improvisaciones: dado que “la improvisación está del lado de o que no se sabe,
en el sentido del no saber qué se va a escribir después, y poder ir más allá de
lo que se sabe. Permitirse la invención a condición de servirse de lo que la
regla permitió obtener” (Graciela Brodsky)
Retomamos en
palabras de M. H. Brousse: de quien nos servimos parafraseando el título en su
artículo: “Encontrar en el mismo impasse de una situación la fuerza vital del
deseo”
“El deseo es,
estrictamente hablando, vital para el ser hablante. Es, por lo tanto, la única
herramienta que los cuerpos hablantes tienen a su disposición para tratar lo
real...Lo califico como una herramienta porque la forma en que hacemos uso de
esta depende del síntoma de cada uno. Resulta en un número infinito de formas
de hacer, o no hacer uso de él, para doblarse sin romperse… Es una elección
para cada uno de nosotros: cambiar nuestra forma de funcionar, cambiar,
posponer… En resumen, se trata de recurrir al deseo en la medida en que implica
la pérdida como su modo operativo, pero no la pérdida total, ya que trae
consigo la invención y, por lo tanto, un conocimiento sin precedentes”.
Tal como decía
en la Contribución: en esta oportunidad inventamos otra forma de encontrarnos,
vía el deseo del analista que sostiene nuestra práctica, a partir de las
contingencias, que es “con lo que hay”, es decir, el goce, que apostamos,
mediante la transferencia de trabajo, a
hacer vibrar el deseo, aún con las imposibilidades que nos atraviesan y
así abrir a la conversación”.
De esta manera,
se pasó la palabra a Déborah Lázzeri, Responsable del Cid Bariloche, quien
introdujo los hilos que se entretejieron en las Contribuciones en lo que
tituló: “Zapatero a tu zapatos” y nos compartíó las perlitas que halló como
maneras singulares de enunciación:
Pancho Gordillo:
nos habla del deseo de Freud que Cambiaría la mirada de la psiquiatría capturada por el espectáculo en una práctica
de la escucha.
Noemí Morales:
dice de su práctica que es motor que me invita a seguir descubriendo de que
solo el que desea seguir adelante, entiende que una mirada abraza, acompaña y
sostiene.
Gaby Noval:
ceramista,dice: “del deseo que nos causa el querer encontrarnos con el barro”
Adriana
Servidio: nos habla del El análisis como
un acto decisivo
Ana Aboitiz: del
arte como Uno de los deseos que mueve su
vida.
Azucena Zanón
: a partir del Banquete de Platón y del
Mito pone de relieve la articulación
entre deseo falta y amor
Paula Gómez:
Habla de personas que pueden, a través del deseo de vivir, contagiarnos y dejar
huellas.
Pilar Iturri:
que nos recuerda que que hay deseo si hay falta, sino estaría todo dicho y no
habría más para hacer.
Clara Solís: nos
cuenta que cuando una puerta se cierra otra se abre y se hace una pregunta: ¿No
fui yo la que decidió moverse por su deseo?
Helga Rey: habla
del deseo como un motor que nos lleva, que no nos deja en el mismo lugar, que
no nos detiene en la eterna repetición
Violeta Paolini:
nos alienta a hacer vibrar el deseo, aún con las imposibilidades que nos
atraviesan
Mónica
Squillacioti: Nos habla cómo a partir del cine fue llevada a preguntarse por las coordenadas singulares en
relación al deseo, ubicando como posible
respuesta la transmisión del deseo del
Otro sobre cómo ser y hacer.
Además nos
habló, entre otras cosas, del deseo del analista como “producción de un deseo inédito que, al
tiempo que preserva un vacío, sostiene
el lazo con los otros. Se trata, pues, de la transformación del deseo que se
puede obtener en un análisis que articula lo más singular de cada uno, que
organiza la vida”.
Se dio así
comienzo a la Mesa de Invitados, cuyos trabajos fueron expuestos y coordinados
por Violeta Paolini, quien estuvo a cargo de las preguntas y comentarios, para
luego articular la cuestión del deseo entre ellos:
El Doctor Jose
Luis Espinar, Defensor de niños/niñas y adolescentes, nos contó acerca de su
trabajo en donde testimonió sobre su
deseo de ser abogado y el por qué de su elección en el Poder Judicial, y cómo
ante las insatisfacciones u obstáculos a partir de no poder lograr plenamente
los efectos esperados en los casos que trata,
insistió para seguir adelante y buscar alternativas. Acordó entonces con el comentario de que si
bien el deseo es insatisfecho por estructura, fue eso justamente, tal
insatisfacción la que hizo que siga adelante y continúe intentando en la
actualidad resolver los conflictos que se suscitan dentro de las complejas
situaciones que se plantean en relación a dificultades familiares, con el
equipo interdisciplinario, dando lugar tanto a la palabra de los niños, jóvenes
y padres como a los profesionales intervinientes.
Milagros Rosa
Diez, adolescente, estudiante, nos cuenta que ha pintado, desde que tiene
memoria, algo que surge sin necesidad de explicar, que lo siente, no con un
sentido, y eso le sirve para expresarse. Que eso le hace falta y así hace algo
con las manos.
Alejandra Fritz,
profesora de Lengua y Literatura nos transmitió su deseo de enseñar, en cuanto
a que no hay curiosidad sin misterio, y se preguntó cómo prender la chispa del
deseo en los alumnos, mediante un deseo contagioso, hablando desde el disfrute
de su labor.
En los tres
trabajos se puede vislumbrar un arco: de la insatisfacción, vía la transmisión
de deseos, a satisfacciones posibles. Deseos encarnados por agentes en
funciones que lo transmiten, comprometidamente y hacen lazos hacia otros.
Se produjo una enriquecedora conversación con los asistentes, que se continuó con la presentación de la segunda parte de la Charla en torno a las Contribuciones, animada por Verónica Pagola, Responsable de Aukin y Ana della Paolera, quienes dieron la palabra a quienes había escrito en el Sector Rumbo a la Charla. Si bien el deseo no se puede nombrar, fuimos bordeando las distintas aristas en un intento de definirlo: el deseo en relación con algo que se siente, que nace de las “tripas”, que no es sin falta, y cómo a partir de ésta encontrar los recursos “para…”. Deseo como motor que nos empuja en “el hacer” con niños: jugar, acompañar, abrazar; “niños que pueden a través del deseo de vivir, contagiarnos, cosechar amor”. Deseo en relación a las “puertas abiertas”, a la acción, a la trama, a “transpirar la camiseta”, al recorrido, al proceso, al atravesar, sin saber lo que va a resultar.
Se ubicó la
diferencia entre el deseo como construcción social y el deseo como algo
impuesto por el mercado y la época. Con la satisfacción de sentir que nos
fuimos leyendo en estas contribuciones que hoy nos hicieron hablar y
encontrarnos, fuimos concluyendo, y con ganas de más!, apostando al deseo en
singular pero no aislado, sino en relación a los otros, siempre. Deseo que
escapa al consumo, siendo el arte muchas veces un ejemplo de ello, en tanto se
siente en el cuerpo, en tanto posibilita invenciones singulares.
El cierre estuvo
a cargo de Verónica Pagola y Violeta Paolini, y el agradecimiento de Déborah
Lázzeri, con la grata “presencia” y participación de 50 asistentes, esperando
que la próxima vez nos encuentre de cuerpos presentes, pero con la alegría de
haber compartido este espacio, en un clima cálido y con una animada
conversación con gente de diferentes lugares del país.
Gracias y hasta
la próxima!
Ana della Paolera, Violeta Paolini -Responsable