CURSO BREVE 2020

CLÍNICA PSICOANALÍTICA CON NIÑOS Y ADOLESCENTES
Lo que cambia y lo que no cambia

ARGUMENTO

“El psicoanalista sin duda dirige la cura. El primer principio de esta cura, el que deletrean en primer lugar, y que vuelve a encontrar en todas partes en su formación, hasta el punto en que se impregna en él, es que no debe dirigir al paciente”[1]

 

La práctica psicoanalítica se guía por una política, en cuanto a su estrategia y su táctica, y una ética. Con ella cuatro conceptos fundamentales atraviesan nuestra clínica: el inconsciente, la pulsión, la repetición y la transferencia. Bajo estos conceptos ¿Cómo pensar la práctica con niños y adolescentes en función de las nuevas presentaciones clínicas?

Cuerpos agitados, sin un anclaje simbólico; niños frente a una pantalla, desconectados o hiperconectados e invasión de un goce sin registro del Otro. Cuerpos adolescentes tomados por ese goce extraño; cuerpos que despliegan escenarios que invitan a ser leídos, donde se perciben gritos silenciosos de también un posible llamado al Otro.

Hay una búsqueda incesante de respuestas que llevan al camino sin fin de consulta en consulta. Nuestra respuesta, nuestra ética, nuestra práctica es desde la singularidad del sujeto, ese hablante ser que tiene un cuerpo traumatizado por lalengua“Digamos que un psicoanálisis nos alivia. Nos alivia en la medida en que aprendemos a leer el acontecimiento de cuerpo”[2]

 Si bien la declinación del Nombre del Padre y “La insistencia de lo real”[3] como característica de la época, según la describe J. A. Miller, nos pone en el tapete estas nuevas presentaciones,  hay cuestiones, que más allá de la época, no cambian,  “Pues el psicoanálisis implica lo real del cuerpo…”[4]  Así nos tendremos que ver con esas pulsiones desamarradas y con la dificultad de los lazos; seguir apostando a la transferencia y al inconsciente y localizando aquello que se repite, hace a  nuestra clínica. En este camino tres tiempos lógicos que nos guían, el instante de verluego tiempo para comprender, en fin, el momento de concluir[5].

La idea es poder ir transitando estas clases buscando, a la luz de los conceptos fundamentales, aquello que no cambia y conversando lo que sí cambia. Ahondar en la clínica mediante la presentación de casos y articularlos con la teoría. 

Apostamos, desde hace 20 años, a la formación y a la trasmisión de nuestra práctica en el enriquecimiento del encuentro con el otro.

 


 



[1][1] Lacan, Escritos 2 “La dirección de la cura y los principios de su poder” Pág. 566

[2] Miller, Piezas Sueltas. Pág. 49

[3] Miller, Piezas sueltas. Pág. 264

[4] Lacan, Escritos 2 “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo” Pág. 783

[5] Lacan, Seminario 11. Pág. 47




Informes e inscripción: tesoreriacidbariloche@gmail.com